Reflexiones sobre el 8M

El 8M aúna en un solo día todo el trabajo que desde diferentes asociaciones, instituciones y mujeres individuales, venimos realizando en pro de la igualdad. En AED llevamos ya 25 años reivindicando la visibilidad de las empresarias y directivas e impulsando un papel mucho más activo en la economía este país.

Sorprende que la polémica más importante este año de pandemia al respecto, sea sobre uno de los múltiples actos que se celebran ese día, la concentración, por mucho que sea el más visible y haya hecho avanzar claramente nuestras demandas en los dos últimos años.

En mi opinión, el debate debería centrarse en el retroceso que están experimentando en la crisis actual muchos de los avances conseguidos en materia de igualdad. ¡De acuerdo con la ONU podemos retroceder ¡25 años!

La flexibilidad y el teletrabajo, medidas necesarias para sostener la economía en estos momentos, están perjudicando directa y colateralmente a las mujeres. La falta de corresponsabilidad en la mayoría de los hogares, especialmente con menores a cargo o mayores que cuidar, provoca que haya aumentado el tiempo dedicado a los cuidados y las tareas domésticas por parte de las mujeres. Esta situación provoca excedencias y reducciones de jornada que agrandan la diferencia de los ingresos anuales y futuros, teniendo un impacto directo en la cotización y, por tanto, en la jubilación.

Desde AED seguiremos poniendo todo nuestro foco y esfuerzo durante 365 días para que aumente el número de directivas en las empresas, las jóvenes se animen a emprender, las niñas se adentren en el mundo de la tecnología, donde hay más empleo y mejor remunerado, y las empresarias tengamos más visibilidad.

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