MARTA AREIZAGA , CEO y Fundadora Firstlehen Consultoría en Estrategia y Sostenibilidad y Patrona de la FUNDACIÓN TUBACEX
Llevo más de veinte años como experta en sostenibilidad empresarial. Años trabajados al más alto nivel directivo en empresas del sector tecnológico, industrial y distribución. Legisladora de la Responsabilidad Social Empresarial en Congreso y Senado, cocreadora de la norma ISO 26000, pionera en traer el Pacto Mundial de Naciones Unidas a Euskadi, primera Directora de Responsabilidad Social en el estado…. profesora universitaria, directiva, voluntaria de ONGs, y actualmente CEO y fundadora de Firstlehen consultoría en Estrategia y Sostenibilidad, y Patrona de la Fundación Tubacex.
¿Cómo estás viviendo la situación actual? Puedes enfocarlo desde el punto de vista general, personal y desde la perspectiva empresarial…
Comparto la incertidumbre general ante un nuevo marco que se nos abre y que nos ha paralizado lo que veníamos haciendo o al menos cómo lo veníamos haciendo. Pero también creo que el horizonte temporal de esta situación es de un año. En cuanto consigamos el tratamiento o la vacuna específicos, volveremos a la normalidad anterior. Espero que mejorada por los aprendizajes que suponen el pasar por momentos extremos como este.
Para las directivas de las empresas un punto fundamental es la gestión de la incertidumbre, ¿cómo se afronta el día a día?
Con la experiencia, con información lo más veraz posible, con curiosidad y con adaptabilidad. Firmemente creo que en este momento la rapidez en adaptarse a las nuevas necesidades y entorno van a ser importantes para ser útiles como empresa a la sociedad.
Creo que se abre un nuevo período de responsabilidad social empresarial, en el que las necesidades de la sociedad, los clientes y los inversores van a ser diferentes. Y las empresas deberemos atenderlas. En 2008 parecía que lo relacionado con la RSE, y los intangibles habían muerto. Y sin embargo desde 2015 a 2020 hemos vivido un triunfo de los elementos medioambientales, sociales y de gobernanza en las empresas sin parangón. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Ley de Información no financiera, la transición energética que desde Bruselas se proclama como modelo europeo con fuertes presupuestos que la avalan, los Fondos de Inversión verdes en fase creciente cada año…
Creo que tras el COVID esto no se va dejar atrás y es un elemento del modelo de desarrollo y de supervivencia a seguir sin duda. La transición energética y lo que ella conlleva va a ser un vector fuerte en la salida de esta crisis post COVID que tanto nos asusta ahora.
Este momento deja algunos elementos positivos, ¿cuáles crees que son?
Los momentos extraordinarios siempre generan una reflexión, un cuestionarnos que es lo que ofrecemos a la sociedad desde nuestras empresas y cómo debemos actualizarlo, testando siempre lo que las partes interesadas nos dicen. Creo que la salud va a ser un valor a cuidar mucho desde las distintas ópticas empresariales. Y creo que el escenario de crisis social que se avecina va a exigir de cuidar los aspectos sociales y medioambientales como nunca nos habíamos planteado. Lo social hablando de personas, deberá atender a las nuevas forma de trabajo que se dibujan, a la conciliación, a la diversidad, y a la gestión verdadera de ese talento que tanta falta nos va a hacer (perfiles acoplados a la digitalización, a la innovación tecnológica…) pero con las cualidades llamadas soft (formación, talento, motivación, conciliación, compromiso …..) tenidas en cuenta a la par.
Creo que los Consejos de Administración además de ser expertos en su sector van a necesitar expertise en personas / talento y en lo llamado ESG, (environment, social & governance). Va a ser clave la transparencia, la comunicación, la reputación y esos intangibles que desde el pasado 2019 deben de ser reportados en un Informe no Financiero y que cada vez influyen más en las decisiones de inversores (grandes fondos incluidos) y accionistas.
En lo profesional y en lo personal ¿cuáles están siendo tus aprendizajes? Alguna reflexión en voz alta.
Que siempre se sale. 2008 pareció el acabose de los intangibles y han resultado más fortalecidos que nunca. De 2015 a 2020 han sido los años gloriosos de la sostenibilidad empresarial. Porque verdaderamente aporta riqueza a las partes interesadas y al propio negocio. En lo personal, que nunca hay que dar nada por sentado. Que de repente un elemento imprevisible y rotundo puede hacernos cambiar en días de escenario, de previsiones…. Y que debemos saber adaptarnos.
Somos la especie más inteligente del planeta, si la naturaleza sigue su curso pase lo que pase nosotros debemos tener recursos de creatividad que nos hagan salir de cualquier situación. Creo en la creatividad como llave a soluciones, a escenarios, y siempre desde una óptica individual pero también colectiva. Estos días me apetece cocinar recetas nuevas y pintar de forma distinta como nunca. Y es lo que más me ayuda a encontrarme y a tranquilizarme porque compruebo que tengo recursos para salir de la situación que sea.
Creo que todos estamos ahí. Con nueva rutinas, relaciones afirmadas… Plantando momentos que cuando esto pase nos ayudarán a ser mejores.
Se repite insistentemente que nuestra sociedad va a crecer en conciencia ¿aumentará la responsabilidad social, seremos más sostenibles, vislumbras un cambio de modelo?
No tengo duda de que las empresas que han entrado en esta crisis fuertes en materia de RSE van a sentirla mejor que aquellas que han venido ignorando el ESG. El medio ambiente no tiene marcha atrás. Creo que cada crisis mejora el cuestionamiento que las empresas hacen de su hacer y por tanto incluyen elementos sociales, medioambientales y de gobierno corporativo en la salida a esas crisis. La transición energética en este momento va a ser clave en la salida de este estado en el que estamos la sociedad y las empresas. Algunas ideas no tienen ya marcha atrás. Viviremos su inercia estos meses de duda, pero al resolver este escenario (que repito no tiene más de un año de duración), los aspectos ESG van a salir reforzados para los clientes, consumidores, gobiernos, accionistas, grandes fondos y sociedad en general.
Las grandes crisis las organizamos los humanos (guerras, especulaciones, crisis sanitarias….) por tanto somos los humanos y nuestros factores (ética, trabajo, creatividad, solidaridad, talento…) los que podemos superarlas y mejorar la historia.
¿Qué nuevas oportunidades consideras se van a generar tras esta pandemia en tu sector?
Creo que los criterios ESG (medio ambiente, social y gobierno corporativo) van a ser cada vez más definitorios de las empresas. Cada vez más, las empresas que obvien estos elementos van a estar fuera del mercado como producto y como modelo. No se van a poder obviar aspectos tan humanos como la salud, la supervivencia medioambiental, el trabajo ligado a las necesidades personales, la inversión en proyectos que sean sostenibles no solo en lo económico…. Porque todo va ya ligado….. Y veo unos los Consejos de Administración cada vez más responsables del comportamiento global de las empresas. Siendo conocedores de las consecuencias sociales y medioambientales de su hacer. Y veo la reputación como clave para superar las diferentes crisis. Como capital confianza a generar ante inversores y sociedad ante la próxima crisis que seguro llegará.
¿Qué retos vas a tener por delante a partir de ahora como mujer directiva y empresaria?
Creo que es un elemento insoslayable la creación de alianzas que refuercen los proyectos, retos y propósitos empresariales. Alianzas que habrá que tejer entre lo público – privado, en lo sectorial y en lo territorial. Creo que la Agenda 2030 de Naciones Unidas nos sigue marcando los objetivos lograr y que el ODS 17 que habla de colaborar, sumar, es hoy más importante que nunca. La lectura de que solos llegamos a corto, pero si sumamos podemos ser muy grandes.